2% del producto interno bruto: Este es el porcentaje que la OTAN se fijó en 2014 como objetivo para el gasto en defensa de sus estados miembros.
Pero según su último informe anual, solo siete de los 30 países de la OTAN habrán alcanzado este objetivo para 2022.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se apega a ese objetivo, y dice: “En realidad, esperábamos que fuera un poco antes, un poco antes. Pero debido a que el PIB de algunos aliados creció más de lo esperado, dos aliados, que esperábamos alcanzar el 2%, ahora están ligeramente por debajo del 2%.
Grecia, Estados Unidos y Polonia, seguidos de los países bálticos, son los países que actualmente gastan el mayor porcentaje de su PIB en defensa. Superas el objetivo en un 2%.
La situación es diferente en Bélgica, España y Luxemburgo.
El Reino Unido apenas da en el blanco y Francia está ligeramente por debajo. Italia y Alemania tampoco alcanzan la marca del 2%.
¿Es insuficiente la regla del 2%?
Los expertos no necesariamente creen que el 2% sea significativo porque muestra los esfuerzos económicos de cada país, pero no su fuerza militar real o si tienen barcos o manufactura estratégica.
Félix Arteaga, investigador del Real Instituto Elcano, dijo a euonews: «El 2% es polémico porque se usa, por ejemplo, para decir que países como España, y también Alemania, están haciendo muy poco económicamente, aunque hay países como España y Alemania que proporcionan capacidades militares sobre el terreno, y los demás a menudo no».
Este número simplifica una comparación muy compleja.
Félix Arteaga: “Siempre es más fácil medir el 2% que mirar la cantidad de personal o fuerzas que se ponen a disposición, porque eso obligaría a la OTAN a castigar a los países que gastan mal el dinero. »
España gasta el 4% de su PIB en educación y el 8% en sanidad
¿Qué significa este 2% del PIB? Tomemos, por ejemplo, uno de los países de la OTAN que menos gasta en defensa: España.
El gobierno de Madrid utiliza alrededor del 4% de su PIB para educación y el 8% para salud.
En 2022, dedicará alrededor del 1% de su PIB a la defensa. Alcanzar el objetivo de la OTAN supondría gastar el doble, la mitad de lo que España gasta en educación.
El investigador Félix Arteaga dice: “El compromiso es muy difícil de mantener porque hasta ahora la tendencia ha sido que el presupuesto de defensa baje mientras que otras partidas presupuestarias sociales siguen aumentando. (… ) Hasta que hay una situación de guerra económica, una guerra que nos obliga a priorizar el gasto en defensa, será muy difícil cumplir con estos requisitos.
Los expertos tampoco están convencidos de que sea recomendable hacer este aumento en un periodo de tiempo muy corto.
«Es muy difícil gastar bien este dinero», explica Arteaga, «porque hay que aumentar las estructuras administrativas y el personal para rentabilizar estas inversiones, y en una situación inflacionaria como la que estamos viviendo, gran parte de el gasto adicional del esfuerzo fiscal pasará por una inflación descontrolada agotada”.
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