Los terceros lugares nos permiten tener conversaciones y experiencias significativas. Nos dan un sentido de pertenencia y nos conectan con los demás. ¡Aprende más!
La mayoría de las personas pasan la mayor parte de su tiempo en el trabajo y en casa. Sin embargo, existe otro espacio fundamental que nos brinda experiencias compartidas y un cómodo sentido de pertenencia: el tercer lugar (Tercer Lugar o Gran Buen Lugar) es un lugar de encuentro relevante que permite el equilibrio entre el hogar y el trabajo en el día a día. Puede ser una cafetería, una cervecería al aire libre, una peluquería o una biblioteca.
el sociólogo Ray Oldenburg describió esta idea en su libro El gran lugar bueno¹: Son lugares donde se desarrolla la vida pública. La mayoría de las veces no somos conscientes de la importancia de estos espacios y la cantidad de funciones que realizan. Hoy los invitamos a reflexionar sobre esto con nosotros, para que en el futuro puedan visitar y disfrutar conscientemente los Terceros Lugares.
El tercer lugar: espacios donde se desarrolla la vida comunitaria
En su libro, Oldenburg define tres áreas principales en las que se desarrolla la vida diaria:
- el hogar, donde se desarrolla la vida familiar y donde respetamos las normas que nos hemos fijado;
- el lugar de trabajo donde crecemos profesionalmente y respetamos las normas y
- el Tercer Lugar, del que hablaremos con más detalle más adelante.
La vida asociativa se desarrolla en tercer lugar: Nos reunimos aquí para socializar e intercambiar ideas con nuestros semejantes. A pesar de las brechas financieras, culturales o sociales, estos espacios sanan y fomentan la resiliencia. Los cafés, bibliotecas, salones de belleza, parques u otros terceros lugares tienen en común:
- Son frecuentados principalmente por personas que se reúnen regularmente en estos lugares. Aquí siempre te encuentras con caras conocidas y puedes intercambiar experiencias.
- El tercer lugar se utiliza para la interacción social: aquí se fortalecen las relaciones, pero también se hacen nuevos conocidos una y otra vez.
- Este divertido lugar nos ayuda a desestresarnos y relajarnos. Aquí no hay animosidad ni competencia, solo diversión y momentos gratificantes juntos.
- El tercer lugar es neutral y no jerárquico. Aquí no juegan ningún papel las diferencias sociales y tampoco hay autoridad. Todos vienen voluntariamente, nadie es forzado.
Tercer lugar en nuestra sociedad
El tercer lugar es crucial en muchos sentidos: aprendemos a practicar la democracia, porque aquí se aplican las reglas reglas comunes que debemos respetar. Cada lugar tiene normas sociales específicas: en las tiendas, tienes que esperar tu turno, en el cine o en la biblioteca, tienes que estar callado. La tolerancia, la diversidad y la coexistencia respetuosa son requisitos previos importantes.
Aceptar y respetar estas reglas es parte de un contrato social, que también trae una serie de beneficios y hace que las sociedades funcionen. Si no lo cumplimos, perdemos beneficios que son para nuestro bienestar son cruciales, entre otras cosas relaciones humanas, apoyo social o sentido de pertenencia.
Ser parte de una comunidad, sentirse incluidos e importantes protege nuestra salud física y mental. Nuestros semejantes enriquecen nuestra vida y le dan sentido. Si no socializamos, el riesgo de aislamiento, depresión o comportamiento adictivo es mayor.
Redescubrir la vida comunitaria
No siempre damos la suficiente importancia a estos terceros lugares siempre que sepamos que podemos visitarlos en cualquier momento. Sin embargo, durante las restricciones impuestas por la pandemia, muchas personas han tomado conciencia de la importancia de estos espacios y los contactos sociales que mantenemos allí.
En algunos países, como España, estos espacios son más importantes que en otros. En Japón, entre el trabajo y la familia, tenemos poco tiempo para disfrutar de terceros puestos. Sin embargo, son para ellos. equilibrio trabajo-vida fundamental. Deberíamos desafiar la tendencia creciente del individualismo y volvernos más hacia esos espacios comunes que nos brindan estabilidad social y emocional, entusiasmo por la vida y momentos significativos. Ningún dispositivo de pantalla puede reemplazar el tiempo que se pasa con la familia, los amigos o una conversación educativa con extraños. Ninguna red digital se acerca a un encuentro real que mejore nuestra calidad de vida y salud emocional.
☛ Lectura recomendada
- The Great Good Place: cafeterías, cafeterías, librerías, bares, peluquerías y otros lugares de encuentro en el corazón de una comunidadRay Oldenburg, Prensa Da Capo 1999
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