Madrid La ministra de Economía española, Nadia Calviño, se defiende de las sospechas de que los países receptores están utilizando la ayuda de la UE para financiar proyectos ya planificados antes de la pandemia. “Para España, el plan de reconstrucción significa un impulso que no hubiéramos tenido sin los fondos de la UE”, dice.
Durante la crisis financiera de 2008, por ejemplo, la inversión pública colapsó y nunca se recuperó, según Calviño. Hoy la situación es muy diferente: «Tomamos las decisiones correctas en la UE, y el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, desempeñó un papel de liderazgo en esto».
Todos los miembros de la UE quieren ahora que la economía europea vuelva a crecer lo antes posible. «Por lo tanto, a Alemania también le interesa que España se desarrolle con fuerza», dice. España, cuya economía colapsó un 10,8% el año pasado, recibe 70.000 millones de euros en pagos de transferencias no reembolsables solo de la UE, más que cualquier otro país.
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