Berlina – La selección española de fútbol ha empezado a cagar con un anuncio. El entrenador Luis Enrique, escribió la Selección en Twitter a principios de marzo, anunciará su equipo para los partidos de clasificación para la Copa del Mundo a mediados de mes, contra Grecia, Georgia y «el territorio de Kosovo». La protesta esperada en el estado más joven de Europa no se hizo esperar.
La asociación de Kosovo (FFK) habló de «provocación» y evocó categóricamente su condición de Estado independiente y amenazó: si el partido del miércoles (20.45 horas/DAZN) en Sevilla no se disputaba conforme al protocolo habitual «con bandera y himno». convertirse en, «¡no juguemos!»
El trasfondo de la emoción es una disputa diplomática que ha estallado una y otra vez desde la secesión de Kosovo de Serbia en 2008. China y Rusia, los aliados internacionales más importantes de Serbia, aún no reconocen la independencia del país balcánico con sus 1,8 millones de habitantes. Esto también se aplica a cinco países de la UE, incluida España. Apenas la semana pasada, el Parlamento Europeo volvió a advertir al quinteto que reconociera los hechos políticos y, por lo tanto, Kosovo. Vano.
«Algunas naciones temen desencadenar un efecto dominó en su propio país si compiten con Kosovo y lo reconocen como tal», dijo Michael Nees. El Karlsruher es director técnico y entrenador sub-21 en la asociación de Kosovo. España, por ejemplo, teme la «balcanización» -su propio colapso- frente a las aspiraciones independentistas de Cataluña.
Así, ya en marzo de 2019, el país se negó a albergar partidos con kosovares como parte de la clasificación para el Campeonato de Europa Sub-17. En la clasificación para la Copa del Mundo de 2018, Ucrania se negó a jugar contra Kosovo en casa. Por consideración a la política, el sorteo de las eliminatorias para el Mundial de 2022 descartó los enfrentamientos de Kosovo con Bosnia, Serbia y Rusia. España, en cambio, debe jugar. «No tienen recurso bajo la ley deportiva», dijo Nees.
Tras algunas diplomacias de fondo y llamadas telefónicas aclaratorias entre representantes de la asociación, el protocolo debería incluso respetarse en Sevilla. La Selección también juega al fútbol contra Islas Feroe, Gales, Escocia, Irlanda del Norte y Gibraltar, explicó la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González, aunque tampoco son estados.
¿Y si los españoles se permitieran otra provocación? «Así que creo», dijo Nees, «los jugadores abandonarán la cancha y luego habrá un escándalo».
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