El rey español Felipe VI. dio instrucciones al líder de la oposición conservadora Alberto Núñez Feijóo para formar un nuevo gobierno. Así lo anunció la presidenta del Parlamento, Francina Armengol, tras las consultas del Jefe de Estado con varios dirigentes de los partidos. Feijóo había dicho previamente que aceptaría tal propuesta «con honor y lealtad a la nación». La Cámara de los Comunes debe ahora fijar una fecha para la votación de la candidatura del hombre de 61 años.
La familia real justificó el nombramiento de Feijóo alegando que el Partido Popular (PP) obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones del 23 de julio. Sin embargo, es poco probable que Feijóo sea elegido para suceder al primer ministro interino Pedro Sánchez. En el Congreso de Diputados el propio PP tiene actualmente sólo 137 votos, y es poco probable que una alianza a la que pertenecen los populistas de derecha de Vox apoye a alguno de los partidos más pequeños. En la primera vuelta, el candidato debe obtener una mayoría absoluta de al menos 176 votos a favor. En la segunda vuelta bastaría con una mayoría simple.
Si la candidatura de Feijóo fuera rechazada, Sánchez probablemente intentaría formar gobierno en un corto período de tiempo. El líder del PSOE ya había tenido mejores oportunidades que Feijóo. Además del apoyo multipartidista, Sánchez también necesitaría Junts per Catalunya, el partido del líder separatista catalán Carles Puigdemont. Sin embargo, sus exigencias pueden ser demasiado altas para Sánchez: absolución de Puigdemont y sus coacusados y un referéndum sobre la independencia catalana.
La izquierdista Alianza Sumar de la viceprimera ministra Yolanda Díaz ya ha anunciado que continuará sus esfuerzos para formar gobierno con el PSOE. Personas cercanas a Sumar afirmaron que Feijóo estaba llevando a los españoles a una toma de posesión «que todo el mundo sabe que fracasará». Las mismas fuentes afirman, según un artículo del diario español El Paísque Feijóo «fue derrotado el 23 de julio, fue derrotado en la sesión constituyente del Parlamento y volverá a ser derrotado la semana que viene».
Durante la elección del presidente del Parlamento la semana pasada, el PSOE demostró que podía obtener la mayoría absoluta con 178 diputados. Sin embargo, Sánchez no podía estar automáticamente seguro de esos votos. Si dos meses después de la primera votación no se elige un nuevo jefe de gobierno, el rey se verá obligado a disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones. Estas deberán realizarse dentro de los 47 días siguientes. En este caso, los españoles estarían invitados a acudir de nuevo a las urnas hacia finales de año.
Entusiasta de Twitter. Estudiante certificado. Empollón de la comida. Experto en web amigable con los hipsters. Amante del alcohol sin disculpas