Elecciones calurosas en pleno verano: muchas opciones para los trabajadores electorales

Madrid. Los madridistas están acostumbrados al duelo. Es un viejo dicho que aquí el verano significa tres meses de infierno. Este año tuvieron que escalar otro círculo del infierno: el miércoles por la mañana a las ocho en punto hacía 27 grados, no hacía más fresco. No fue hasta las tres de la mañana que la temperatura bajó de los 30 grados. Si no tienes ventilador, no duermes, sufres.

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Los instaladores de aire acondicionado están en auge este año. Si no hacía el pedido en invierno, tenía que esperar mucho tiempo para la instalación, debido a la experiencia del año pasado: nadie recordaba el calor constante como el verano pasado. En lo que va de año, todavía es posible: a las noches con 27 grados les siguen noches con 19 grados, lo que constituye una recuperación.

Durante el día, sólo los turistas deambulan por las calles. Hasta ahora no se han asustado. Pero los planificadores del turismo español prevén cambios en las próximas décadas: más turistas en primavera y otoño, menos en pleno verano, más turistas en los rincones verdes de España, menos en las playas. Esto es exactamente lo que quiere España.

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Si el turismo todavía no sufre, la agricultura sufre menos por el calor que por la sequía. En primavera apenas llovió, principalmente a causa de la cosecha de cereales. Los precios de los alimentos están aumentando no sólo por la guerra en Ucrania, sino también por la falta de lluvia. En junio finalmente sucedió, demasiado tarde para los productores de cereales, pero relajante para la naturaleza y las personas. Sin embargo, en Sierra Morena, al norte de la provincia de Córdoba, un embalse sigue completamente seco: desde hace tres meses, 80.000 personas reciben agua potable gracias a camiones cisterna.

Estas elecciones son un infierno

Este domingo se celebrarán elecciones. Esto nunca había sucedido antes: elecciones de verano, elecciones calientes. Será una tortura para los trabajadores electorales. Muy pocos colegios (los típicos colegios electorales) tienen aire acondicionado porque normalmente no lo necesitan: el verano es época de vacaciones. Un número sin precedentes de votantes ha solicitado la votación por correo porque tenían planes de vacaciones de larga data para esos días, lo que llevó al Post al límite. Los carteros sudan dos veces.

Estas elecciones son un infierno. El calor en Madrid es un infierno. Pero los madrileños están acostumbrados.

Melchor Camerino

Aspirante a escritor. Exasperantemente humilde entusiasta del tocino. Gurú de la música. Amante incurable de la cultura pop

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