«Esperaba que el ataque ruso a Ucrania proporcionara un impulso decisivo para una cooperación más estrecha en Europa», dijo a Spiegel. Las fortalezas de la perseverancia son enormes.
Haun está preocupado por el riesgo de una escalada en Oriente Medio y de un inminente ataque de China a Taiwán, contra el que «siempre ha advertido». Europa por sí sola no es capaz de proporcionar suficiente ayuda militar y esto debe cambiar lo antes posible, exige el empresario. Pero, en última instancia, esto requiere «una cooperación más fuerte en política armamentística en Europa». Advierte de que se ha avanzado muy poco en el proyecto conjunto de un «sistema principal de combate terrestre» liderado por Alemania y Francia. Alemania y Francia están bloqueadas. Falta voluntad política para marcar una dirección. Haun teme que la “dinámica del punto de inflexión” y la sensación de urgencia desaparezcan rápidamente una vez que se agote el llamado “fondo especial” de 100.000 millones de euros. Si los políticos no actúan, las empresas simplemente tendrán que unirse. Según sus palabras, KNDS se ha convertido en diez años en una “empresa europea con socios en Alemania, Francia, Italia, España y Gran Bretaña”.
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