Madrid

Incluso después de la reelección del socialista Pedro Sánchez como jefe del gobierno español, varios miles de personas se manifestaron durante la noche en Madrid. Fue la decimocuarta noche consecutiva de protestas a veces violentas frente a la sede del partido PSOE de Sánchez contra la amnistía para los separatistas catalanes. Sánchez había prometido amnistía a dos partidos catalanes a cambio de sus votos en la votación parlamentaria sobre su candidatura.

Los participantes en la manifestación ondearon banderas españolas y corearon “Unidad Nacional” y “Viva España”. Además, a Sánchez le dijeron todas las malas palabras habituales en español. Los participantes enmascarados, en su mayoría hombres jóvenes, arrojaron botellas, pelotas de tenis, barreras, petardos y disparos de bengala a la policía, como se pudo ver en la televisión.

Luego, la policía dispersó la reunión. Siete personas, entre ellas un agente de policía, resultaron levemente heridas, informó la agencia de noticias Europa Press, citando a las autoridades. También hubo siete arrestos.

Los conservadores españoles y los populistas de derecha acusan a Sánchez de querer instaurar una “dictadura” y de poner en peligro la democracia, la separación de poderes y la unidad de España. Por eso los españoles deberían manifestarse hasta nuevas elecciones. Sánchez fue elegido el jueves en primera vuelta con mayoría absoluta de diputados en la Cámara Baja.

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