España quiere actuar contra el desperdicio de alimentos con una nueva ley. Se debería exigir a los restaurantes que ofrezcan a los clientes que se lleven las sobras.
España es uno de los países con mayor densidad de pubs y hostels de toda Europa. Esto también está relacionado con el hecho de que normalmente no te encuentras con amigos en casa, sino en el mostrador o en la mesa del restaurante. Los turistas también aprecian la riqueza de la oferta gastronómica. Disfrutar de una paella, un pescado a la plancha o unas tapas en una bonita terraza forma parte de cualquier vacación de verano en Mallorca o en la costa mediterránea.
Pero la famosa y lujosa cultura gastronómica de España también conduce a un problema importante: un importante desperdicio de alimentos. Cada año, toneladas de alimentos recién cocinados que quedan en los platos de los restaurantes terminan en la basura. España ahora quiere luchar contra este despilfarro a escala nacional con el club adecuado. El gobierno de centroizquierda del primer ministro socialista Pedro Sánchez ha aprobado una regulación que requiere que los dueños de restaurantes permitan que sus clientes se lleven las sobras, y de forma gratuita. Hasta el momento, solo unos pocos países europeos tienen regulaciones de un alcance similar.
La nueva normativa debería ayudar en España contra el desperdicio de alimentos
Los infractores se enfrentarán a una multa de entre 2.000 y 60.000 euros según la nueva ley contra el desperdicio de alimentos, que aún debe ser aprobada por el parlamento. Por lo tanto, las nuevas obligaciones de los posaderos también deberían incluir informar a sus clientes sobre la nueva normativa. La información correspondiente debe estar visible en el menú o en carteles en la habitación.
Para que esto no resulte en montañas de envases de plástico, también se estipula que los envases de alimentos ofrecidos estén hechos de materiales biodegradables. Pero, por supuesto, el invitado también puede traer su propio Tupperware.
Hasta ahora, en las posadas españolas se podía pedir al camarero que pusiera las sobras en el plato. Sin embargo, muchos clientes de restaurantes se sintieron avergonzados de hacerlo. Porque creían que era lo incorrecto. O porque pensaron que estaba por debajo de su dignidad. Además, los posaderos a veces se interponían con la excusa: «No tenemos contenedores para empacar comida».
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Hasta ahora, la comida para llevar en los restaurantes españoles ha sido la excepción y no la regla
Por cierto, la isla de vacaciones de Mallorca tenía una ley similar aprobada a nivel regional hace meses. Ya se ha consagrado el derecho de los clientes de los restaurantes de la isla a llevarse las sobras no consumidas. Algunos posaderos inicialmente se quejaron de que esta regulación les impondría más trabajo y costos adicionales. Pero las quejas han disminuido desde entonces.
El servicio de comida para llevar ha demostrado ser una forma efectiva de publicidad, por lo que cada vez más meseros preguntan a los clientes si quieren llevarse las sobras a casa.
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