Según el escritor Fernando Aramburu, el desarrollo en España es admirable, también en términos de feminismo, en un sentido positivo. «Tuvimos que vivir sin libertad durante muchas décadas. Ya no queremos eso». Con Fernando Aramburu, uno de los autores españoles más famosos, el franquismo resuena sólo como una suave música de fondo. «Die Mauersegler» es el nombre de su magnum opus de 830 páginas finamente construido. Es una obra amena, alusivo y culto al mismo tiempo.
«Llevar al último rincón de la intimidad de una persona»
La atención se centra en Toni, un profesor de filosofía suicida y solitario que planea suicidarse dentro de un año. Lleva meticulosamente un diario ficticio en el que registra -frente a los lectores- su historia familiar, sus necesidades sexuales, su evolución hasta el enfrentamiento. Detonante de su desgracia: lo deja su mujer Amalia -ella es hija de un franquista duro, él es hijo de un comunista ideológicamente implacable-. Aramburu ilumina con lujo de detalles a su personaje, crecido con carencias sociales, no procede psicologizando, sino describiendo. Sin descanso.
“Quería usar la literatura para llevar al lector a lo más recóndito de la intimidad de una persona”, dice Aramburu. «También observamos sus lados más oscuros, incluidos aspectos que no son precisamente morales o ejemplares».
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