Vom Corte Constitucional El gobierno de minoría izquierdista de España ya no tiene que temer el fuego cruzado judicial en año electoral. Poco antes de comenzar el año, sorpresivamente se levantó un bloqueo: cuatro nuevos jueces asumieron sus funciones el lunes. Por primera vez en nueve años, la Corte Constitucional tiene una mayoría «progresista» que se inclina hacia la izquierda en el poder.
El tribunal ahora tiene siete jueces “progresistas” y cuatro jueces conservadores; una posición todavía está vacante. La nueva mayoría, que también tiene acceso a la influyente presidencia, se prolongará al menos hasta finales de la década, cuando se nombrarán periódicamente los próximos magistrados.
Las decisiones sobre el derecho al aborto y la eutanasia están pendientes
No sólo los años en que la Corte Constitucional se destacó como un bastión conservador, a pesar del cambio de gobierno; el gobierno del presidente del gobierno del PP Mariano Rajoy lo construyó en 2013. Fue solo poco antes de Navidad que los jueces anteriores detuvieron un proceso legislativo liderado por el gobierno minoritario de izquierda incluso antes de que se completara. Al mismo tiempo, la proporción de mujeres está aumentando. En más de 40 años de existencia, solo ha habido once juezas constitucionales en España, y nunca ha habido más de dos a la vez. En el futuro serán cinco.
La nueva composición del tribunal afectará a sentencias importantes. La Corte Constitucional debe pronunciarse sobre las denuncias contra la ley del aborto y las nuevas leyes sobre eutanasia y reforma escolar. El tribunal también tratará el conflicto de Cataluña y un nuevo plan de ayuda para paliar el aumento del coste de la vida tras el estallido de la guerra en Ucrania. Los jueces constitucionales siempre habían mostrado una clara ventaja hacia los separatistas catalanes y siempre habían dado prioridad a la «unidad» de España.
En su discurso de Navidad, König había Felipe VI llamó en términos muy claros a los políticos a detener más «la erosión de las instituciones». En particular, mencionó la disputa en curso sobre la renovación de la parte superior del poder judicial. Al menos la mayoría conservadora del «Consejo General del Poder Judicial» (CGPJ), bloqueada durante años, cedió y presentó a sus dos candidatos al Tribunal Constitucional con un retraso de seis meses. Los otros dos abogados ya habían sido designados por el gobierno, como exige la constitución.
El conservador Partido Popular (PP), sin embargo, rechaza a estos dos, ya que son el exministro de Justicia Carlos Campo y exasesor de derecho constitucional del Gobierno de Sánchez. Nunca antes en España un exministro se había convertido en juez constitucional, critica el PP, que anunció que «defenderá la independencia de la justicia». Sin embargo, la prensa española ha señalado que esto no es raro en países de la UE como Alemania y el PP no ha dudado hasta ahora en llevar a los miembros del partido al Tribunal Constitucional.
Ce différend montre à quel point les fronts sont restés enracinés et il y a peu d’espoir qu’il y ait un mouvement dans le différend sur le renouvellement du «Conseil général du pouvoir judiciaire» avant l’élection d’un nouveau parlement vers el fin de año. El organismo está destinado a garantizar la independencia de los tribunales y ocupa los cargos judiciales más importantes. El PP mantuvo una mayoría conservadora durante su reinado, que se mantiene hasta el día de hoy, aunque el mandato del organismo ha expirado desde 2018 -año en el que Pedro Sánchez se convierte en presidente del Gobierno de España.
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