Los barcos que atraquen en los puertos de Palma, Alcúdia, Ibiza y Mahón podrán en el futuro obtener la electricidad que necesitan durante sus escalas en muelle a través de tomas de tierra. En España, el llamado «planchado en frío» hasta ahora solo ha sido posible en muy pocos puertos, pero debería estar listo en las Islas Baleares a mediados o finales de 2024.
Se espera que la conversión en los puertos baleares cueste 12,3 millones de euros.
La energía de la costa es principalmente para transbordadores y buques de carga, pero la energía no es lo suficientemente fuerte para los cruceros.
La nueva tecnología pretende reducir drásticamente la contaminación y el ruido en los puertos.
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