Más de 700 delegados de 169 estados miembros se reunieron en París para las negociaciones del Comité de la ONU sobre un acuerdo internacional para poner fin a la contaminación plástica mundial. Cuba también estuvo allí.
Más de 1.700 participantes, más de 700 delegados de 169 Estados miembros y más de 900 observadores de ONG, se reunieron en la ICN-2 en la capital francesa. La segunda sesión sigue a la CIN-1, que se llevó a cabo en noviembre pasado en Punta del Este, Uruguay.
Cuba también participa en las negociaciones y expresó en París su gran preocupación por la contaminación plástica, especialmente en los mares, por su condición de país insular. El país destacó la necesidad de transferencia de tecnología a los países del Sur para combatir de manera efectiva este problema.
Jorge Álvarez, delegado cubano del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente – CITMA), destacó los riesgos que representa en los océanos la descomposición de ciertos tipos de plástico, que liberan sustancias químicas nocivas para la salud.
Álvarez, quien encabeza la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental del CITMA, dijo que Cuba estaba enfocada en el problema y trabajando en las respuestas al desafío.
La Asamblea Nacional de Cuba ya aprobó una legislación para desarrollar un plan nacional para reducir el uso de plástico de un solo uso y aumentar la eficiencia en la eliminación y el reciclaje de desechos, dijo Álvarez.
Los expertos explicaron que todas las etapas del «ciclo del plástico» comprometen el derecho humano a un medio ambiente sano, a la vida, a la salud, a la alimentación, al agua y al saneamiento, ya una vida digna. Porque la producción de plástico libera sustancias peligrosas y utiliza casi exclusivamente combustibles fósiles. El plástico en sí contiene sustancias químicas tóxicas que ponen en peligro tanto a las personas como a la naturaleza. Además, el 85% de los plásticos de un solo uso acaban en vertederos o se liberan al medio ambiente.
Los expertos han señalado que la contaminación plástica es un contribuyente «alarmante» al cambio climático que a menudo se pasa por alto. “Por ejemplo, las partículas de plástico en los océanos limitan la capacidad de los ecosistemas marinos para eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera”, agregaron.
Comentaron positivamente sobre el progreso hacia la adopción de un tratado internacional vinculante para reducir la contaminación plástica, incluso en el medio ambiente marino. Según las proyecciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la cantidad de desechos plásticos que ingresan a los ecosistemas acuáticos podría alcanzar entre 23 y 37 millones de toneladas por año para 2040.
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