Madrid/Bruselas

En la lucha por formar un gobierno en España, los socialistas (PSOE), liderados por el primer ministro interino Pedro Sánchez, se han ganado el apoyo de los separatistas de Cataluña mediante un acuerdo controvertido. El negociador del PSOE, Santos Cerdán, afirmó en Bruselas que también hubo acuerdo con el segundo de los dos partidos separatistas.

Se concedió una amnistía a todos los “catalanistas” perseguidos por los tribunales entre 2012 y 2023. A cambio, Junts quiere votar en el Congreso de los Diputados un nuevo mandato de cuatro años para Sánchez.

La semana pasada, el Partido de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) ya había aceptado tal acuerdo. «Estamos ahora preparados para entrar en una nueva etapa histórica en la que buscaremos una solución política negociada, basada en el respeto y el reconocimiento de la otra parte», dijo Cerdán, en referencia al movimiento independentista en Cataluña. Cerdán no se pronunció específicamente sobre la posibilidad de un nuevo referéndum sobre la independencia de la región nororiental de España. Los medios españoles publicaron el acuerdo de cuatro páginas.

Sánchez necesita ahora el apoyo del partido vasco PNV. A diferencia de Junts, aquí no hay problema para llegar a un acuerdo.

Los socialistas se vieron presionados por el tiempo durante las negociaciones: si no había un nuevo gobierno antes del 27 de noviembre, los españoles tendrían que acudir de nuevo a las urnas el 14 de enero.

La oposición conservadora irrumpe

La amnistía pretende, entre otras cosas, beneficiar a los separatistas que participaron en un intento fallido de secesión de esta región del noreste de España en 2017. Esto también se aplicaría a Carles Puigdemont, que vive exiliado en Bélgica. El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, ha pedido al gobierno interino de España información sobre el plan, a la luz de las «serias preocupaciones» expresadas sobre la amnistía prevista.

La oposición conservadora y de derecha de España se pronuncia en contra de la amnistía. El líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular PP, convocó protestas en todo el país el domingo. Calificó los planes de amnistía como «el mayor ataque al Estado de derecho», mientras que otros representantes del PP hablaron de una «humillación» para los españoles. La portavoz del partido populista de derecha Vox en Madrid, Rocío Monasterio, incluso acusó el jueves a Sánchez de “golpe de Estado”. Simpatizantes y políticos de Vox llevan días organizando manifestaciones de protesta frente a la sede de los socialistas. Hubo enfrentamientos con la policía en Madrid.

Se espera ahora que la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol (PSOE), programe para la próxima semana la votación en el Congreso de Sánchez como jefe de Gobierno. Con el apoyo de la alianza de izquierdas Sumar, ERC y Junts y otros partidos regionales, los socialistas cuentan con al menos 173 votos de un total de 350. En la primera vuelta de votación en el «Congreso de los Diputados», el candidato deberá obtener una mayoría absoluta de al menos 176 votos a favor. En la segunda vuelta basta con la mayoría simple.

En las elecciones anticipadas del 23 de julio, el PSOE quedó sólo segundo detrás del conservador Partido Popular (PP), liderado por el principal candidato Feijóo. Por tanto, el rey Felipe VI había encargado inicialmente a Feijóo la formación de gobierno. Pero la candidatura de este hombre de 62 años fue rechazada por la Cámara de los Comunes a finales de septiembre.

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