Madrid (AP) — En el norte de España, los bomberos continuaron el lunes combatiendo los incendios forestales, que inicialmente no pudieron controlarse.
En total, unos 1.000 habitantes de doce pequeñas localidades de la comunidad foránea de Navarra tuvieron que abandonar sus casas ante la aproximación de las llamas y la espesa humareda. Fueron alojados en albergues de emergencia, según informó el diario ‘Noticias de Navarra’, citando a las autoridades.
La situación es más complicada por los constantes cambios de viento en la Sierra de El Perdón y en Gallipienzo, a unos 20 kilómetros al sur de Pamplona. Sin embargo, la situación está mejorando lentamente a medida que la ola de calor de los últimos días ha pasado y las temperaturas han descendido por debajo de los 30 grados en muchos lugares.
El peor incendio en la Sierra de la Culebra, no muy lejos de la frontera con Portugal en el noroeste del país, podría ser extinguido, según informes. Sin embargo, quedaron 25.000 hectáreas de áreas forestales carbonizadas. Para la región ya escasamente poblada, las consecuencias económicas son inmensas.
Las olas de calor son cada vez más frecuentes, tempranas e intensas en España. El récord absoluto se midió el pasado mes de agosto en Montoro en Andalucía: 47,4 grados. Los expertos atribuyen el desarrollo al cambio climático inducido por el hombre y esperan temperaturas aún más altas en el futuro.
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