El campo de refugiados del enclave español de Melilla está completamente superpoblado. Después de que 200 refugiados lograran cruzar la frontera de siete metros de altura desde Marruecos en un día, Madrid consideró necesario actuar y envió policías adicionales.
España ha reforzado sus fuerzas policiales en su enclave del norte de África tras la reciente afluencia masiva de refugiados en Melilla. Según informes de los medios, el Ministerio del Interior envió a 40 agentes de una unidad especial de la Guardia Civil paramilitar (Guardia Civil) a la ciudad en la costa mediterránea del norte de África. Se supone que deben ayudar a la policía a asegurar la frontera con Marruecos.
El viernes, más de 200 africanos entraron en territorio español en la mayor avalancha de refugiados hacia el enclave norteafricano en casi una década. Tal y como escribe el diario ‘El País’, desde enero unos 4.000 refugiados han intentado cruzar las fortificaciones fronterizas cerca de Melilla desde Marruecos. 600 de ellos habrían tenido éxito.
Almacén completamente abarrotado
La nueva avalancha de masas plantea grandes problemas a las autoridades españolas. El director del campamento, Carlos Montero, dijo que más de 1.300 refugiados ahora fueron atendidos en el centro de recepción diseñado para 480 personas. El ejército español proporcionó tiendas de campaña, sofás y comida.
Miles de personas necesitadas de países subsaharianos viven en campamentos en Marruecos con la esperanza de llegar a Europa. Según un reciente informe de «El País», hay unos 30.000.
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