En España, cada vez son más los jóvenes que intentan comprar una casa o un piso. Pero la mayoría no puede permitírselo. Los altos precios inmobiliarios, la falta de ahorro y la precariedad laboral hacen imposible cumplir este deseo.

Manuel, un joven español de Madrid, tuvo que buscar el dinero en otra parte: «Tuvimos que echar mano de nuestros ahorros, pero no fue suficiente. Así que pedimos ayuda a familiares».

Manuel es uno de los pocos que puede permitirse una propiedad en España. Para más de la mitad de los jóvenes menores de 35 años, la situación es muy diferente. Alquilan o comparten un apartamento o una casa con otros jóvenes.

«No es nuestra decisión sobre cómo queremos vivir»

“Nuestro problema es que no depende de nosotros elegir cómo queremos vivir”, explica Nuria, una joven madrileña. María, experta en bienes raíces, también debe precisar: “Más de la mitad de los jóvenes dicen que alquilan porque no pueden comprar una propiedad. Este deseo les es totalmente negado”.

estigma social

Porque en España cerca de 5 millones de personas se ven afectadas por la pobreza. La inflación ha agravado aún más la suerte de muchas personas. Por eso, muchos de ellos van a los bancos de alimentos para los más necesitados. Cuando tienen que hacer cola allí, se sienten expuestos a la mirada de la sociedad, estigmatizados y marginados.

El psicólogo Fernando Chacón ve en esto un gran problema: “Es una carga social que hace que sea aún más difícil salir de esta situación porque están aislados. Y eso lógicamente dificulta su integración en la sociedad”.

Cupones en lugar de cajas terminadas

Para escapar de este estigma, algunas organizaciones de ayuda han convertido las tiendas de comestibles en supermercados. En lugar de obtener una caja prefabricada, puede pagarla con cupones. Según los expertos, la pobreza no debería ser una vergüenza, al menos no para quienes la padecen.