Sánchez todavía está lejos de alcanzar su objetivo
Sánchez tiene más posibilidades que Feijóo, pero también se enfrenta a importantes obstáculos. El socialista necesita, entre otros, los votos del partido de izquierda ERC del primer ministro catalán Pere Aragonès y del partido conservador Junts del líder separatista Carles Puigdemont, que vive exiliado en Bélgica. Ambos luchan por la independencia de Cataluña y aumentaron aún más sus exigencias poco antes de la votación.
Por su apoyo a un gobierno de izquierda, exigen no sólo una amnistía para los separatistas que participaron en el fallido intento de secesión de 2017, sino también un nuevo referéndum sobre la independencia. Aunque son feroces rivales a nivel regional, ERC y Junts advirtieron el jueves que se negarían a apoyar a Sánchez si éste «no se compromete a trabajar para crear las condiciones para un referéndum».
La respuesta de los socialistas fue rápida y demuestra lo difíciles que pueden ser las negociaciones. “No es posible avanzar por este camino”, indicó claramente el PSOE. «El diálogo debe servir para superar las divisiones y no para agravar las divisiones y las discordias», añadió el partido. Sánchez ha prometido una amnistía, pero un referéndum que podría conducir a la separación de esta región económicamente fuerte de España es políticamente extremadamente peligroso para él.
Si no hay mayoría para un nuevo gobierno antes del 27 de noviembre, los españoles tendrán que volver a acudir a las urnas el 14 de enero. «Si se vuelven inevitables nuevas elecciones, entonces las enfrentaremos», dijo Salvador Illa, líder de los Socialistas de Cataluña.
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