España está considerando introducir temporalmente un impuesto especial sobre los beneficios de las grandes empresas energéticas y los bancos. “Este Gobierno no tolerará que haya empresas que aprovechen la crisis para enriquecerse”, dijo este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Parlamento de Madrid. El Gobierno espera, por tanto, unos ingresos de más de tres mil millones de euros anuales, con los que pretende financiar medidas contra la alta inflación.
Según Sánchez, está previsto «un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas», que debería ingresar cerca de dos mil millones de euros en las arcas del Estado en 2024 y 2024. El jefe del Gobierno ya había anunciado tal gravamen en junio, pero sin dar más datos sobre el calendario.
Además, el socialista ha anunciado ahora un impuesto temporal a las «grandes entidades financieras» que se benefician de la subida de tipos de interés. El impuesto se aplicará durante dos años y generará alrededor de 1.500 millones de euros. Los beneficios de los precios más altos deberían «regresar a los ciudadanos» en lugar de «inflar los salarios de los grandes patrones», dijo Sánchez.
La inflación en España alcanzó el 10,2% en junio, un máximo de 37 años. Madrid ha adoptado varios paquetes de medidas para dar respuesta a esto desde el pasado verano. Estos incluyeron subsidios a los combustibles, una reducción del IVA sobre la electricidad y un aumento de las pensiones. Sánchez anunció el martes nuevas ayudas, especialmente para estudiantes, así como un billete gratuito para los trenes de cercanías.
Según el presidente del Gobierno Sánchez, el apoyo a empresas y consumidores asciende ahora a 30.000 millones de euros, o el 2,3 % del producto interior bruto.
La idea de un impuesto sobre los beneficios adicionales de las empresas que se benefician de las consecuencias de la guerra de Ucrania ya ha sido retomada por varios países europeos y también circula en Alemania desde hace algún tiempo. En la coalición del semáforo, el SPD y los Verdes lo apoyan, pero el FDP lo rechaza.
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