En España, mucha gente conoce demasiado bien el nombre de Albert Solà. Durante años, el fallecido afirmó ser el hijo biológico del ex rey. “Juan Carlos tenía 18 años cuando dejó embarazada a mi madre biológica en Barcelona después de la guerra”, cuenta Solà sobre su caso. Creció en un orfanato antes de ser adoptado a la edad de ocho años.

Presentó varias pruebas para su tesis. Entre otros, se ha asociado con Ingrid Sartiau: los dos son hermanos, afirman. Sartiau también abogó públicamente por ser reconocida como hija ilegítima de Juan Carlos. El belga incluso habría tenido cartas que probarían la paternidad del viejo rey.

Alberto Solà intentó probar su linaje familiar con una muestra de ADN. «Esta es una muestra de saliva de una copa de vino de la que bebió Juan Carlos. Enviamos esta muestra a un laboratorio y la analizamos. Las muestras de Alberto Solá y Juan Carlos coincidieron en un 99,99%. Eso significa que son padre e hijo». dijo su abogado en ese momento. En 2015, Solà llevó este argumento al Tribunal Supremo para obligar al ex monarca a hacerse una prueba de paternidad. Pero su petición fue denegada.

El juicio de su supuesta hermana, sin embargo, fue admitido el mismo año. Su prueba en ese momento: una escritura notarial de su madre, Liliane Ghrislaine Sartiau. Pero Ingrid Sartiau también fracasó en los tribunales. Hoy, ella todavía está luchando por el reconocimiento, aunque por su cuenta. Tras la muerte de su supuesto medio hermano, se encuentra sin su apoyo. No ha habido ningún comentario de la familia real española sobre esto en todo este tiempo. Ni siquiera ahora, tras la muerte de Alberto Solà.