A dos meses de las elecciones legislativas anticipadas en España, el partido socialista PSOE intenta explotar los temores de una alianza entre el conservador PP y el ultraderechista Vox, al que equipara a un mitológico «monstruo de dos cabezas»: la hidra del Griegos y romanos de la antigüedad clásica.
Desde que el lunes el presidente del Gobierno saliente, Pedro Sánchez, anunciara por sorpresa que se convocarían nuevas elecciones tras la dura derrota del PSOE (parte del S&D) en las elecciones autonómicas y locales del domingo, los socialistas han marcado un nuevo rumbo en su política brújula: su objetivo es ese, avivar los temores del “espectro” del populismo y la extrema derecha.
La ministra de Educación, Pilar Alegría, subrayó en una entrevista emitida este miércoles por RNE que su partido quería «explicar a la ciudadanía» que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el líder de Vox, Santiago Abascal, serían «como un monstruo de dos cabezas». problemas fundamentales como el cambio climático».
“Un jefe lo desprecia y el otro dice que hay que combatirlo (el cambio climático) poniendo una maceta en el balcón”, ha dicho la ministra en referencia a unas recientes declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (PÁGINAS). Sugirió a los capitalinos poner una planta en su balcón para “llevar salud a todos”.
Comparación con Trump y Bolsonaro
Alegría también comparó a Núñez Feijóo y Abascal con el expresidente estadounidense Donald Trump y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, ambos negacionistas del cambio climático y radicales en muchos temas políticos, para dar un «ejemplo» de lo que podría llegar a España, si el PP (EVP) con Vox (EKR).
Según los encuestadores, el perfil electoral de España es moderado y centrista y no aprobaría que el país ibérico siguiera el mismo ejemplo «duro» que Hungría o Italia en temas delicados como la migración.
La ideología del partido ultraconservador Vox, fundado en 2017, no deja lugar a dudas: sigue los mismos principios generales que otros partidos hermanos europeos, como el Fratelli d’Italia del primer ministro Giorgia Meloni o el Fidesz Orban del primer ministro húngaro Viktor.
Si retrocedemos 2.000 años, fueron los antiguos griegos y romanos quienes, cuando se trataba de sus «monstruos» -aparte de emperadores sanguinarios como Calígula o Nerón- dibujaban sus peores pesadillas en forma de Hidra: el monstruo acuático era su dos cabezas que podrían regenerarse cuando son derribadas.
También se habló de Medusa o de las Gorgonas, todos ellos terribles monstruos mitológicos.
“No es un espantapájaros lo que viene, no, no, no, no. No es una quimera (…). Ellos (Vox) ya están en el poder en Castilla y León, no es mi imaginación”, ha añadido la ministra.
La alusión mitológica es clara: el tema de la próxima campaña electoral del PSOE y sus aliados de izquierdas será: o fuerzas progresistas o barbarie y caos «a la Orbán», el modelo de los Fratelli d’Italia o la AfD.
Con su decisión de adelantar las elecciones, Sánchez planteó a los votantes españoles un dilema complicado.
Desvió la atención de la dura derrota del domingo reavivando el debate sobre el «caos» (desorden) que traerían el PP y Vox, o el «cosmos» (orden y equilibrio) de la izquierda.
Ya existe un peligroso precedente en la Junta de Castilla y León, donde el PP se vio obligado a una incómoda «cohabitación» con Vox, partido que ejerció una fuerte presión sobre el presidente de la región, Alfonso Fernández Mañueco, vinculándolo con propuestas muy atrevidas. , incluidas duras medidas contra el aborto.
Abierto el debate sobre una colaboración con Vox
En un intento por desactivar la estrategia socialista, Alberto Núñez Feijóo prefiere no tener claro de momento qué hará después del 23 de julio si gana las elecciones y necesita el apoyo de Vox.
Pero aunque el PP no lo quiera, el debate ya está sobre la mesa: el presidente de Cantabria (Norte), Miguel Ángel Revilla, declaró este martes que su partido (Partido Regionalista de Cantabria) autorizaría un gobierno único de PP en su región para evitar que Vox entrara en la ejecutiva local con el PP, informó El País.
Mientras tanto, la Comunidad de Madrid y su presidente Díaz Ayuso se han convertido en el principal bastión del PP; un “portaaviones” desde el que el PP prepara su estrategia de ataque a La Moncloa, sede del Gobierno.
Para el PP, la presidenta de la Comunidad de Madrid demuestra que es posible prescindir de Vox, en el que se apoyó durante la pasada legislatura. El pasado domingo obtuvo la mayoría absoluta en la región y no necesita ser «contaminado» ideológicamente por Vox: el objetivo final del PP.
“Alea iacta est”, los dados (todavía) no están echados.
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