Aunque su barbilla está sujeta debajo del labio inferior mediante una correa de cuero, Leonor parece confiada y amigable. Así se la vio en imágenes tras iniciar su servicio como cadete en la Academia Militar de Zaragoza en agosto de este año. Tuvo que prestar juramento de lealtad con un uniforme militar antiguo con cordones dorados y una gorra.
La futura Reina de España cumplió este martes 18 años. Es también el día en el que, muy esperado por el público, realiza el acto más importante de su vida como princesa: el juramento a la constitución. Su retrato colgaba en cada farola de la Gran Vía, el bulevar central.
El juramento, que debía prestarse ante representantes elegidos democráticamente y ante la opinión pública, significaba la promesa de Leonor de cumplir con sus deberes constitucionales como futura jefa de Estado. Y fue un compromiso con la monarquía constitucional. «En este día tan importante les pido que confíen en mí, como yo pongo toda mi confianza en nuestro futuro, en el futuro de España», dijo, sabiendo que los casos que involucran a su bisabuelo, el ex rey Juan Carlos, y otros familiares siguen pesando sobre la monarquía.
Algunos lo llaman el misterioso. Sus padres no hicieron más que mantener su vida en privado tanto como fuera posible. Y lo consiguió, para gran consternación de la prensa sensacionalista, que a veces se queja de que se sabe muy poco sobre el futuro monarca. Leonor, al igual que su hermana menor Sofía, asistió al Colegio Santa María de los Rosales en Madrid. En el verano de 2021, dejó su casa en el Palacio de la Zarzuela, al noroeste de Madrid, para estudiar su diploma de secundaria en los terrenos medievales de una universidad en Gales. Al parecer, le gusta tocar el violonchelo y el voleibol. También se dice que está muy interesada en los idiomas.
En las fotos, parece confiada, nada complaciente, tal vez un poco traviesa. Cuando conoce gente de su edad, a veces surge la pregunta de cómo dirigirse a ella. “Leonor está bien”, dijo entonces. Leonor von Borbón y Ortiz está feliz de renunciar a la letanía de sus títulos, desde Alteza Real, Princesa de Asturias y Girona, Duquesa de Montblanc hasta Condesa de Cervera. La última parte del nombre, Ortiz, es importante para ella. Es el nombre de su verdadera madre Letizia, en el que insiste cuando se vuelve formal.
La princesa se encuentra actualmente en entrenamiento militar.
A los nueve años hizo su primera aparición en el desfile del Día Nacional de España. Su padre, Felipe VI, había reemplazado recientemente a su abuelo Juan Carlos I como jefe de Estado, convirtiendo a Leonor en Princesa de Asturias. Si tuviera un hermano menor, él sería el príncipe heredero designado; la España moderna se presta a este anacronismo.
Leonor ahora completará su formación militar de tres años e incluso aprenderá a volar. La gente se levanta a las 6:30 de la mañana y las luces se apagan a las 23:00 horas. Los cadetes tienen el fin de semana libre. Algunos medios de comunicación señalaron que la futura monarca parecía más relajada y alegre desde que caminaba al paso de sus compañeros y se arrastraba por el barro en la academia militar.
Como representantes del Estado central, los separatistas del País Vasco y Cataluña se negaron a seguirlo y se mantuvieron alejados de las ceremonias del martes. Lo mismo ocurre con algunos políticos de la alianza de izquierdas Sumar, con la que el presidente saliente, Pedro Sánchez, está planificando actualmente la futura coalición de gobierno.
Sin embargo, según una encuesta, casi dos tercios de los españoles están convencidos de que Leonor algún día será una buena jefa de Estado y salvará la monarquía española.
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