Debido a las consecuencias de la guerra de agresión rusa contra Ucrania, el Gobierno español decidió tomar «medidas urgentes» para ahorrar y utilizar la energía de forma más eficiente.

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Todos los edificios del sector público, pero también grandes almacenes, cines, lugares de trabajo, hoteles, estaciones y aeropuertos ahora podrán enfriar sus locales a no menos de 27 grados en verano y calentarlos a un máximo de 19 grados en invierno. .

Esto se decidió en la reunión semanal del gabinete en Madrid, dijo el lunes por la noche la ministra de Cambio Ecológico, Teresa Ribera.

Según Ribera, las medidas del real decreto deberán ejecutarse como máximo tras un «período de ajuste» de una semana desde su publicación en el Diario Oficial. Deben permanecer vigentes hasta el 1 de noviembre de 2023.

Este es un primer paquete de medidas necesarias en una «situación crítica». Europa necesita la ayuda de España. «Es hora de mostrar solidaridad», dijo el ministro del gobierno de izquierda.

Entre otras medidas, los comercios y establecimientos con sistemas automatizados, que deberán estar instalados antes del 30 de septiembre, deberán mantener sus puertas cerradas para evitar filtraciones de aire frío o calor, según la temporada.

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La iluminación de oficinas, escaparates y monumentos que no se utilicen también debe apagarse después de las 22:00 horas. Se deberían adelantar los balances energéticos de determinados edificios. El sector privado ha pedido a Ribera que aumente el teletrabajo.

Con estas medidas y otras que se decidirán tras el parón estival, España pretende cumplir los compromisos asumidos por el país en el marco del plan de emergencia europeo acordado en las últimas semanas. El país reducirá el consumo de gas en un siete por ciento. Al igual que otros países de la UE, España inicialmente se opuso al plan de emergencia, pero finalmente aprobó el plan después de hacer concesiones. (dpa)