Casi toda Europa gime bajo el aumento de las temperaturas. Debido a la segunda ola de calor de este año, hay estado de alerta en muchas partes de España.

Incluso en Alemania, amenazan temperaturas de más de 40°, provocadas por un anticiclón en las Azores.

El meteorólogo de ARD, Karsten Schwanke, incluso advierte de más de 45 °C después del próximo fin de semana; según el modelo GFS, podría haber 45 °C el martes, por ejemplo en Colonia.

El gobierno francés ha puesto en marcha un plan de emergencia. Météo France predijo temperaturas de 36°C en el sur y oeste de Francia y de más de 38°C en el valle del Ródano.

«Noches Infernales» en España

En España, las temperaturas más altas se esperaban en Andalucía y Extremadura. Pero el norte de Galicia también se ve afectado por un calor excepcional. Allí también, debería hacer un calor de hasta 42 °C: El País informa no solo de noches tropicales, sino francamente infernales con mínimas de más de 25 °C.

Un español está sentado en un café y gime: “No sé a qué hora del día salir porque hace mucho calor todo el tiempo.

En los próximos días debería estar por encima de los 35 grados en toda España – en muchos lugares por encima de los 40 grados.

En el gráfico del programa europeo de observación de la Tierra Copernicus, el riesgo de incendios forestales se representa en color violeta. El peligro es particularmente grande en España y Portugal, pero los bosques de Francia, Italia, Croacia, Hungría, Grecia y Turquía también corren el riesgo de incendiarse tras la sequía.

En Portugal, unas 30 personas ya han resultado heridas por incendios forestales esta semana.

Debido a los incendios, el estado de emergencia está vigente en todo el país hasta el viernes, ya que las temperaturas son inusualmente altas y aumenta el riesgo de nuevos incendios.

Cualquiera que no siga las reglas y, por ejemplo, use máquinas ilegalmente para trabajos agrícolas) puede ser procesado.

Las olas de calor son los extremos climáticos más letales

El climatólogo británico Dr. Friederike Otto explica que las olas de calor son, con mucho, los extremos más mortíferos en Europa. Y afirma que las temperaturas serían más bajas si dejáramos de quemar combustibles fósiles, es decir, si prescindiéramos del carbón, el gas natural, la gasolina, el diésel, etc.

Los incendios en Roma han causado enormes columnas de humo y cenizas; se cree que la actividad criminal está detrás de los incendios.

La televisión suiza recomienda refrescarse en ríos o lagos ante el calor.