Con temperaturas de 40 grados o más en los días calurosos en las ciudades, las comunidades siempre están buscando formas de refrescarse. Un equipo de investigadores liderado por el español José Sánchez ha descubierto cómo proporcionar calor a las personas en las llamadas islas de calor urbanas (UHI). Así nació el concepto de una estación de autobuses energéticamente independiente y con refrigeración automática. Se creará un proyecto piloto en la ciudad española de Sevilla en 2024.
“Este estudio tiene como objetivo diseñar una parada de autobús autónoma que brinde confort térmico a los residentes en climas cálidos y secos. La autosuficiencia se consigue mediante la integración de la tecnología de radiación de película descendente y sistemas de refrigeración de superficie radiante”, explica el equipo de científicos de la Universidad de Sevilla liderado por Sánchez. En el marco de un estudio, se transformó un prototipo de parada de autobús en una cámara climática totalmente sensorial. “No es como un aire acondicionado que produce aire frío, pero la estructura de la parada de autobús irradia frescura, como lo hacen los refrigeradores. Aunque está formado por más elementos, su producción es más barata que las paradas de autobús tradicionales”, continúa.
La parada de autobús funciona así: unos sensores detectan la presencia de una persona en la parada y activan el sistema de bombeo. Este extrae agua del contenedor enterrado y la hace circular, reduciendo la temperatura de la parada de autobús a unos agradables 20 a 24 grados centígrados. El aire fresco sale a través de pequeños agujeros. El proceso de enfriamiento dura de 10 a 20 minutos, después de lo cual el agua regresa al recipiente. Por la noche, el agua corre sobre el techo de la estación para refrescarse.
Efecto refrescante en 10 a 20 minutos.
La autosuficiencia energética de la parada de autobús se logra mediante la integración de tecnología de radiación de película descendente y sistemas de enfriamiento de superficie radiante. Por un lado, se obtienen algunos resultados para obtener el flujo de calor convectivo y radiativo bajo diferentes condiciones de operación. La caracterización muestra que el 60% del flujo total de calor se debe a la radiación emitida por los módulos instalados. Al mismo tiempo, las imágenes termográficas permiten verificar el correcto funcionamiento del prototipo. También vemos que el enfriamiento se consigue en tan solo 20 minutos.
La temperatura alcanzada por los módulos se indica en la parte superior de la figura. El agua de los módulos radiantes necesita 20 minutos para enfriarse. El enfriamiento proporcionado por los módulos es uniforme y hace bajar la temperatura de la zona estudiada de 25,5°C a 17,9°C.
El estudio contó con el apoyo de los proyectos de la Comisión Europea “LIFEWATERCOOL – Enfoque de sistemas eficaces para la adaptación al cambio climático en áreas urbanas” “CONSTANCY – Métodos de urbanización resilientes y acondicionamiento natural utilizando soluciones innovadoras basadas en la naturaleza y el patrimonio cultural para revitalizar la vida en la calle” del Ministerio español de Ciencia e Innovación. También cofinanció el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
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