Oél gobernará España se volverá aún más incierto después del resultado final de las elecciones. Sin embargo, hay un ganador de las elecciones que lo determina todo: el miedo a los populistas de derecha. Muchos exvotantes de Vox volvieron al conservador Partido Popular PP.
Los grandes reveses que han tenido lugar dondequiera que Vox ha gobernado han ido demasiado lejos para ellos. Estos votantes han hecho del PP el partido más fuerte, pero no lo suficientemente fuerte para gobernar España.
Los conservadores españoles no habían aclarado su relación con los populistas de derecha. La proximidad casi incondicional al partido Vox, que representaba posiciones cada vez más radicales en la campaña electoral, disuadió a muchos españoles. Incluso los que realmente querían llevar al PP al poder.
Vox y el PP habían sobreestimado el supuestamente imparable viento de cola de la derecha. Creían que los llevaría al poder, como otros partidos de derecha en Europa. El partido Vox ya se veía a sí mismo como un kingmaker esencial. Había anunciado que usaría mano dura para erradicar el separatismo en Cataluña.
Pero muchos catalanes no quieren que el viejo conflicto vuelva a estallar. Sin embargo, con la asistencia electoral indirecta de Vox, el separatista Carles Puigdemont de Todos los Pueblos ahora tendrá la última palabra sobre quién gobernará en España, o si habrá otras elecciones.
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