Sánchez es todo o nada

Domingo durante las elecciones en España, Sánchez quiere saber.

Lo llamaban El Guapo, el guapo. Alto, atlético, decidido, economista que hablaba varios idiomas. En 2014, Pedro Sánchez asumió la dirección del Partido Socialista Obrero Español, PSOE. Pero el Guapo tenía muchas caras, y dos años después fue nuevamente aserrado por sus compañeros de partido, quienes lo culparon de los malos resultados electorales. Sánchez se quedó con el balón.

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En mayo de 2017 volvió a estar al frente del PSOE.

Como líder de la oposición, fue testigo del fracaso de la aventura independentista de Cataluña:

Como secretario general del PSOE, dijo: «Al tender la mano para hablar, también apoyaremos la reacción del Estado ante el intento de crear una división unilateral en la convivencia de los españoles».

Un hecho que dio un empujón a la extrema derecha en España y que marcaría su futuro político.

Unos meses después, el gobierno de Mariano Sánchez fue derrocado por una moción de censura, la única lograda en la historia democrática de España.

El 2 de junio de 2018, Sánchez se convirtió en líder del gobierno minoritario. Su primera visita como jefe de gobierno lo llevó a Francia. En Europa, Sánchez era muy popular, una imagen que cultivó cuidadosamente.

Pero en la propia España, las cosas no eran tan color de rosa. Al no poder aprobar los planes presupuestarios, convocó nuevas elecciones en abril y noviembre de 2019. Esto condujo a una alianza con el partido de izquierda Podemos y la formación del primer gobierno de coalición de España.

Y si bien tenía una agenda decididamente progresista, pronto tuvo que dedicar sus mejores esfuerzos a problemas más apremiantes: la pandemia de coronavirus.

Esto destruyó por completo los planes del gobierno, que esperaba una ayuda financiera sustancial de Bruselas. El estallido de la guerra en Ucrania dos años después tampoco ayudó. Pero este contexto desolador no impidió que el Gobierno de Sánchez pusiera en marcha medidas ambiciosas como la reforma laboral y de pensiones o la subida del salario mínimo.

Sánchez se vio obligado a menudo a colaborar con partidos nacionalistas e independentistas, lo que le valió fuertes críticas de los conservadores…

Tras la derrota de su partido en las elecciones municipales, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es ahora -el 23 de julio- a todo o nada.

Sarita Terrazas

Defensor extremo de los zombis. Adicto a Internet profesional. Fanático de la comida en general. Ninja incondicional de la cultura pop

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