La revuelta de la selección nacional fue provocada por el escándalo de los besos que involucró al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y finalmente condujo a su dimisión. Mientras tanto, la jugadora tocada por el beso, Jennifer Hermoso, no fue convocada. Rubiales besó al jugador de 33 años en los labios durante la ceremonia de entrega de premios tras la victoria final de España sobre Inglaterra el 20 de agosto en Sydney. Sobre por qué no nombraron a Hermoso, Tomé dijo que querían “protegerla”.
Los jugadores habían pedido recientemente la dimisión de otros dirigentes. Hasta donde sabemos, esta solicitud no se había atendido el lunes. Sin embargo, la RFEF emitió un comunicado en el que subrayaba: «Garantizamos un entorno seguro para las jugadoras y apostamos por un clima de confianza mutua para trabajar juntas para que el fútbol femenino se desarrolle aún más fuerte en el futuro».
Los deportistas han afirmado ahora en un comunicado conjunto que todavía se resistirán a ser convocados para la selección nacional. Quieren tomar la “mejor decisión” para su propio futuro y salud después de considerar las consecuencias legales de rechazar la orden.
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