Debido a que cada vez se construyen más pozos para las plantaciones, el humedal más grande de Europa, situado en el sur de España, corre el riesgo de secarse. España está gastando ahora 1.400 millones de euros para salvar la reserva natural.
El Gobierno central de España y la Junta de Andalucía han zanjado el litigio sobre la conservación del parque natural de Doñana. El Estado desea ahora invertir un total de 1.400 millones de euros en este humedal, inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO y que corre el riesgo de secarse debido a la importante extracción de aguas subterráneas, en particular para los campos de fresas. El dinero se destinará al desmantelamiento y posterior renaturalización de superficies cultivadas, así como a otras medidas para preservar los humedales y mejorar la situación de los agricultores.
El acuerdo prevé, entre otras cosas, que el Estado pagará a los agricultores un total de 100.000 euros por cada hectárea de tierra previamente cultivada reservada durante un período de cinco años, se especifica. Debería haber ayuda adicional para los agricultores que no deseen renaturalizar zonas sino que deseen recurrir a cultivos que requieran menos riego o a la agricultura ecológica. Además, se deberían ampliar las plantas de tratamiento de aguas residuales, canales y estanques de retención y fomentar las energías alternativas. 32 millones de euros se destinan a mejorar las condiciones laborales de miles de temporeros en las plantaciones de fresa y arándanos y a promocionar la marca Doñana como un producto sostenible y de calidad.
En el Parque Nacional de Doñana, fundado en 1969, que con una superficie protegida como parque natural y zona de amortiguamiento tiene aproximadamente la mitad del tamaño del Sarre, el nivel freático lleva años bajando. También contribuyen los pozos legales e ilegales, que se utilizan para desviar grandes cantidades de agua hacia las plantaciones de frutas y hortalizas. Alrededor de un tercio de las fresas producidas en este país se destinaron en 2021 a Alemania.
El humedal de la Costa de la Luz cuenta con una diversidad de ecosistemas única. Es hogar de una rica flora y fauna, incluidas especies en peligro de extinción como el águila imperial, el lince ibérico y la tortuga mora, además de dunas móviles, playas, bosques, matorrales y humedales. Aquí podrás contemplar una enorme variedad de ecosistemas en un espacio muy reducido: desde marismas hasta lagunas, pinares, riberas de ríos, dunas móviles, acantilados y kilómetros de playas vírgenes.
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